Tras el éxito de las primeras
temporadas de Camioneros
del hielo, a los productores de esta serie - que muestra la vida de
los transportadores de Alaska en invierno, cuando los lagos se congelan y se convierten
en la única vía transitable-, les empezaron a llegar mensajes sobre una
camionera en Estados Unidos que podría hacer parte del programa
Tal fue la cantidad de correos,
enviados desde diferentes partes del país, que decidieron buscarla. Lo que no
llegaron a imaginar fue que Lisa
Kelly era una hermosa rubia de 30 años de edad, con más pinta de modelo o
actriz que de camionera.
Cuando le contaron la idea, poco le interesó el hecho de hacer parte de un programa de televisión, pero si le encantó la idea de viajar a Canadá y manejar allí una tractomula de 18 ruedas por algunos de los caminos más peligrosos del planeta.
Cuando le contaron la idea, poco le interesó el hecho de hacer parte de un programa de televisión, pero si le encantó la idea de viajar a Canadá y manejar allí una tractomula de 18 ruedas por algunos de los caminos más peligrosos del planeta.
¿Quién dice que es un trabajo
de hombres?
“No pienso en que salgo en televisión, sólo manejo un camión
y debo hacer una entrega… y punto. Tampoco me detengo en el hecho de ser mujer
ni en el típico comentario: ‘este es un trabajo para hombres’. ¿Quién dice eso?
No soy muy convencional, e independientemente de lo que diga la gente, hago lo
que me gusta, así no sea visto como un trabajo muy femenino”.
Pese a ello, Lisa reconoce haber tenido que luchar contra el machismo imperante en el mundo de los camioneros. “No tengo la fuerza que ellos tienen y eso es una debilidad en esta labor, pero me las ingenio para salir adelante y poder hacer las cosas. Las mujeres me han escrito de todas partes del mundo, dándome las gracias porque les he ayudado, con mi ejemplo, a buscar lo que quieren, así la sociedad dicte que dicha labor es de hombres o no”.
Pese a ello, Lisa reconoce haber tenido que luchar contra el machismo imperante en el mundo de los camioneros. “No tengo la fuerza que ellos tienen y eso es una debilidad en esta labor, pero me las ingenio para salir adelante y poder hacer las cosas. Las mujeres me han escrito de todas partes del mundo, dándome las gracias porque les he ayudado, con mi ejemplo, a buscar lo que quieren, así la sociedad dicte que dicha labor es de hombres o no”.
Me encantan las mujeres que demuestran en cierta forma poder
hacer el mismo trabajo que hace un hombre sin perder el glamour!
